La gratitud es un sentimiento de aceptación, de saber
recibir en la vida. Cuando recibimos, y reconocemos lo que recibimos, nos
llenamos de amor y de abundancia, nos sentimos dichosos. Los seres humanos,
cuando nos sentimos gratos, avanzamos hacia la prosperidad y generamos
pensamientos positivos. Es una cuestión de ver lo que tengo, o ver lo que no
tengo, de ver al vaso medio lleno, o medio vacío.
Te propongo hacer un pequeño ejercicio: levántate por la
mañana agradeciendo cada cosa, persona o situación de ese día. Puedes agradecer
la cama cómoda y calentita en la que has dormido, la ducha para espabilarte,
sentir el agua tibia en tu piel, agradecer el desayuno, el canto de los
pájaros, el sol, la música que escuchas de camino al trabajo, y así poco a poco
ir haciéndote consciente de todo aquello que vivas a lo largo de ese día.
Otra cosa que también puedes hacer, es una lista de todo
aquello por lo que te sientes agradecido/a en tu vida.
Al hacer estos ejercicios repararemos en que hay personas de nuestro día a día, que tal vez, no nos caen tan
bien, pero tienen una función en nuestra vida y podemos aprender algo con su
presencia al igual que de las situaciones que se nos presentan cada día. Así
que también les podemos agradecer. Todo aquello que vivimos guarda un
potencial, y nosotros tenemos la posibilidad de descubrirlo, podemos decidir
hacerlo. Tenemos capacidad de elección y eso es lo que nos que permite
tomar las riendas de nuestra vida,de nuestros pensamientos, sentimientos y
acciones.
Mi abuela siempre me ha dicho “es de bien nacido, el ser
agradecido”. El agradecimiento es algo que se siente, pero sí es cierto, que
también se aprende. Si sientes gratitud en tu vida, y eres positivo, quienes estén
a tu alrededor se empaparán de ella también.
Asi que sólo por hoy, detente y piensa ¿de qué me siento
agradecido/a?
Escrito por: Elisa Álvarez Vidales
No hay comentarios:
Publicar un comentario